Entre las campañas y las elecciones, España ha vivido un ´reality´ bronco que ni la Sexta de TVE. El 26 de abril, las 3 derechas se tiran al monte, a la reconquista. A la vista del fracaso en las generales que alzan a Pedro Sánchez al Congreso, el trifachito modera el mensaje, pero los resultados para las alcaldías y diputaciones tampoco les resulta favorable y se abre una partida de ajedrez endiablada a todos los niveles, a cara perro, donde no importa tanto el programa como el trincar poltronas. Acusaciones, vetos alocados, demonización del independentismo… La constitución de las alcaldías ha resultado una carrera loca, estresante. En Madrid el trifachito unido ha expulsado a Carmena. ¡Vaya con Podemos y Más Madrid! En Catalunya Ada Colau, aunque entre lágrimas, elige al PSC y al paracaidista Manuel Valls. El lazo amarillo no le libra de las acusaciones de traidora por los independendistas. En Navarra, contrariamente a lo ocurrido en el Ayuntamiento, el PSN se traga el veto a EhBild...