Problema lógica 1: La paradoja del chocolate

Atento al truquito. Toma una tableta de chocolate de 24 onzas (6 onzas de largo por 4 de ancho), y pártela tal y como se muestra en la imagen. Después mueve las piezas de sitio y verás que acabarás con una onza más que al principio.

Pues oye, repítelo una y otra vez y habrás encontrado un sistema para obtener onzas infinitas de chocolate, ¿no? Ya está, hemos terminado con el hambre en el mundo.
Pero… si en el instituto aprendimos que la materia ni se crea ni se destruye, algo me tiene que estar engañando… ¿dónde está la trampa? ¿O quizás el profesor de física estaba equivocado? 

 Por esa regla de tres permitirme que os enseñe las siguientes tabletas idénticas.


Veinticuatro, veinticuatro y veinticuatro.
Idénticas. Pues ya que son idénticas me quedo con la del medio, oye, que me ha caído más simpática. Yo también quiero la del medio. Y yo. Pues para ser idénticas todos preferís la del medio. Ah, ¿qué no son idénticas? ¿Ahora ya no vale con contar el número de onzas o qué? Pues eso mismo es lo que está pasando en el problema de arriba. Parecen 24 onzas enteras, pero no hay 24 onzas enteras. Y sino fijaros atentamente al resultado en detalle (y sin líneas gordas que ensucien el dibujo).
Al estrechar la tercera columna, habíamos perdido tanto chocolate como la onza que se formó por arte de magia. Tenemos, por lo tanto, la misma cantidad de chocolate antes y después. Qué pena, el hambre en el mundo tendrá que esperar… 

Vamos allá, comenzamos la explicación. Cuando decimos que en el bloque grande hay el mismo número de onzas, es porque vemos que tenemos un rectángulo de cuatro por seis antes de la maniobra y otro de cuatro por seis después de la maniobra. Cuatro por seis veinticuatro. Ya está, veinticuatro onzas antes y veinticuatro más una después. 24 = 25.