No todo es como Notting Hill en Irala

Para el negocio turístico, Irala es el Notting Hill de Bilbao. Los fotógrafos retratan unas preciosas casitas que se venden a quienes nos visitan como reclamo para venir a Bilbao. Pero aquí acaba toda comparación posible.

Nadie sabe que la remodelación de las fachadas, la pintura de colores sale exclusivamente de los bolsillos de sus habitantes sin ningún tipo de ayuda por parte de las instituciones.

Tampoco es conocido que estas preciosas viviendas, objeto diario de las fotos de turistas, sobrevivieron en su momento a la especulación urbanística gracias a la protesta y movilización vecinal que impidió que se convirtieran en bloques de pisos como pasó con gran parte de ellas.

Hoy, como siempre, el barrio sigue adelante con el empuje de quienes lo habitan y luchan por él.

Una de las zonas más degradadas del barrio está muy cerca de ese Notting Hill, es la plaza de Kirikiño, Iralako Parkea.


Esta plaza tiene una zona infantil que en su día era muy concurrida, pero desde hace tiempo, el abandono lo ha dejado en un estado deplorable de deterioro, con pintadas, suciedad, un desgaste enorme.

El resto del espacio tampoco invita a acercarte allí con tus hijos como hace años porque, además de sucio y estropeado, con orines, cristales, etc... está concurrido a menudo por individuos que consumen drogas, alcohol, lo ensucian y duermen en la plaza.

Seguramente entre ellas se encuentran personas sin hogar que necesitan ayuda de las instituciones que no consista sólo en abandonarlas durmiendo en la calle, sino soluciones habitacionales dignas y a ello instamos a las instituciones.

Pero también hay otras implicadas en casos de peleas incluso con cuchillos, de acoso verbal a mujeres que transitan, de orinar hacia los garajes, echarse encima de los coches de policía, de consumo y muy presumiblemente tráfico de estupefacientes, de maltrato de los bienes públicos como hacer fuego en las plataformas arquitectónicas, pintadas por todas partes, rotura de elementos y suciedad por doquier que no se debe consentir.

Desde hace mucho, se ven a menudo carritos de supermercado con colchones, mantas, etc encadenados en esas gradas que tanto dinero costaron en su día y que hoy sólo sirven de chabola municipal.

Duermen en unos “graderíos” que deben tener un valor arquitectónico relevante, pero que no son ni la sombra de lo que eran y no cumplen ninguna de las funciones para las que se colocaron.

El graderío es un espacio de reunión que sirve de apoyo en la realización de eventos y actividades organizadas” reza un cartel que está pintarrajeado, la “vegetación para el aumento de biodiversidad en el espacio urbano” que incida el mismo se reduce a unas jardineras-basurero donde no hay plantas y en su lugar vemos restos de comida y latas. Alrededor lo que sí podemos observar es parte de la madera del elemento quemada en varias partes.

El “Aparcabicis” no lo usa nadie, tal vez por la desconfianza de que se trate de un lugar lo bastante seguro.

La iluminación led que es alimentada por unos paneles solares sólo funciona en uno de los dos elementos del conjunto.

Estos paneles también servirían en su día para cargar los móviles con energía solar, pero la conexión USB ha desaparecido y está rota la base de la misma.


En la otra plataforma, además de la suciedad y las pintadas, podemos ver un espejo roto destinado según el rótulo a “facilitar el ensayo de coreografías y actuaciones” y que en estos momentos puede resultar un elemento peligrosamente cortante. La “vegetación para el aumento de biodiversidad en el espacio urbano” se reduce a la presencia testimonial de unas pocas plantitas afectadas por alguna enfermedad en medio de hierbas y basura. La función de poner música vía Bluetooth usando la energía solar no funciona.


A
demás el mobiliario urbano de la plaza se encuentra en un lamentable estado de deterioro tanto por desgaste como por la acción vandálica como papeleras, bancos, paredes, mesas de pin-pon pintadas, etc.


La plaza necesita una remodelación integral que verdaderamente suponga una regeneración para su uso y disfrute civilizado por parte de vecinos y vecinas, no un elemento de vergüenza en las fotos de los turistas.

Mientras tanto, una medida sencilla y fácil de llevar a cabo es eliminar esos dos elementos sin otra funcionalidad actual que servir de foco de suciedad e intranquilidad contagiando al resto del espacio en la plaza.



Más fotos aquí: https://photos.app.goo.gl/uNWFvW5m4Z4uTz1j6