Irala gaztegunerik gabe. ¡No gracias! - Irala sin gaztegune. Ez Eskerrik asko!
IRALA SIN GAZTEGUNE?
NO GRACIAS
Cuando parece que todo lo peor que podía pasar ya pasó en este nuestro barrio de comercios cerrados, de escuelas por cerrar, de gentrificación, delincuencia y conflicto social ( mayor tasa de personas vulnerables de Bilbo), sin metro, ahora sin buses, siempre queda la posibilidad de rizar el rizo, de ir un poquito más allá, y de buenas a primeras nos despertamos con la noticia de que el gobierno municipal ha decidido trasladar el Gaztegune de Irala a Miribilla, llevándose un servicio social a otro distrito, dejando así al barrio sin el servicio que prestaba, ahondando aun mas si cabe el paulatino deterioro del Centro Cívico y de todos los servicios sociales que este representa, sin olvidar, la flagrante situación de la biblioteca de Irala, escondida para no ser encontrada, a la cual se entra por un bar, solo si este abre y con un poco de imaginación ya que ningún cartel anuncia su presencia, ya se sabe, los libros y la cultura son peligrosos para algunos, más aun en manos de la clase trabajadora.Lo mismo debe de pasar con la juventud, la prefieren drogada bien sea con la droga tradicional o con las nuevas tecnologías sin salir de casa o como mucho en los bares. Solo un objetivo así, aparte del sempiterno criterio economicista del "reajuste de recursos", puede justificar semejante decisión. Luego vendrán los lloros y la no comprensión de porque tenemos una juventud cada vez con más problemas psicológicos, luego diremos que Irala es un barrio envejecido de y para personas mayores y mientras tanto seguiremos sin dar salidas a las necesidades de la gente joven y adolescente engordando el circulo vicioso que hace de Irala un barrio cada vez más decadente.
Quizá sea necesario recordar para la memoria selectiva de algunos la trayectoria, los logros y aciertos del trabajo realizado durante décadas por el Gaztegune y sus predecesores grupos de tiempo libre de voluntarios Amets Taldea y Garibai Taldea, los campamentos, las colonias de verano, los cursos de zancos, etc....
Quizá merece recordar lo que pasó con la casa torre, prevista en un principio para un proyecto intergeneracional ya encarrilado, con planos y todo y finalmente destinada a jubilados por un cambio de timón electoralista de última hora de Azkuna. Cabe señalar que los jubilados ya tenían su centro en calle Medina de Pomar.
En la actualidad pasan al mes unos 110 niños y jóvenes por el Gaztegune de Irala, de los cuales, según datos del propio ayuntamiento, la mitad son de Miribilla, sin embargo cabe señalar que la mayoría son familias de Irala que fueron a vivir a Miribilla por las viviendas de protección y que su vida la realizan mayormente en nuestro barrio. Con estos datos que avalan la necesidad del servicio en Irala es sumamente grave que pretendan llevárselo, más aun si tenemos en cuenta el indice de vulnerabilidad de nuestro distrito 7 situado en el 34%, muy por encima del distrito 5 de Miribilla donde esta en el 20%.
Esto es lo que nos quieren quitar. No es otra cosa que la vida. Un barrio sin jóvenes, sin vida comunitaria, no es un barrio, a lo sumo sera un grupo de viviendas que es algo muy diferente a un barrio. Invitamos al lector a buscar la definición de barrio, quizá de esta forma podamos reflexionar y revertir la situación. No debiéramos ver lo que esta pasando desde la barrera y desde luego las personas que tomamos parte en lo que concierne a Irala haremos todo lo posible para que el Gaztegune se mantenga en nuestro barrio, como no, sin menosprecio para Miribilla que necesitará su propio Gaztegune. Así mismo, debiéramos integrar la cuestión del Gaztegune en una recuperación integral de los servicios públicos sociales y culturales que por derecho le corresponden a Irala reviviendo nuestro moribundo C.civico y biblioteca. Debiéramos también hacer entender al Ayuntamiento que si esta en deuda con alguien en Irala, es con los niños y niñas, gente joven y adolescente.