Para el negocio turístico, Irala es el Notting Hill de Bilbao. Los fotógrafos retratan unas preciosas casitas que se venden a quienes nos visitan como reclamo para venir a Bilbao. Pero aquí acaba toda comparación posible. Nadie sabe que la remodelación de las fachadas, la pintura de colores sale exclusivamente de los bolsillos de sus habitantes sin ningún tipo de ayuda por parte de las instituciones. Tampoco es conocido que estas preciosas viviendas, objeto diario de las fotos de turistas, sobrevivieron en su momento a la especulación urbanística gracias a la protesta y movilización vecinal que impidió que se convirtieran en bloques de pisos como pasó con gran parte de ellas. Hoy, como siempre, el barrio sigue adelante con el empuje de quienes lo habitan y luchan por él. Una de las zonas más degradadas del barrio está muy cerca de ese Notting Hill, es la plaza de Kirikiño, Iralako Parkea. Esta plaza tiene una zona infantil que en su día era muy concurrida, pero desde hace tiempo, ...