En defensa de la Sanidad Pública - Concentración 19 de enero a las 19:00


No es buena época. Se nos ha metido en el cuerpo y lleva ahí un tiempo instalado el malestar. Algo tendrá que ver la edad, ¡ojala fuera sólo eso! Pero no...

Volvemos a respirar aires poco limpios, rodeados de automóviles y algunas empresas contaminantes, que se van apropiando de la ciudad ante la pasividad de los gestores. Desde la acera admiramos perplejos la corriente que circula ante nosotras -no precisamente "a 30"- mientras absorbemos sus vapores.

Volvemos también a tener dificultades para dormir. Pero no por el calor, porque no es época, sino porque vuelve la juerga y la suciedad nocturna, porque vuelve el irrespetuoso ruido en algunas zonas de Bilbao. Le llaman ocio y se resiente la salud.

Se resiente también la paciencia al guardar esas colas en el ambulatorio para hacer una mínima gestión. O cuando niñas y niños siguen sin disponer de especialista en pediatría (¿o se creó la especialidad para lucirla?). O cuando no hay forma de conectar telefónicamente para requerir un servicio, consultar una duda, cambiar una cita. Todo está saturado, esto no es normal en la sociedad de la previsión. No sólo cuesta relacionarse con el sanitario o sanitaria: se alargan también los plazos para que nos revisen especialistas, nos hagan pruebas o nos operen de la dolencia que nos achaca.

No es buen momento para la salud y no es sólo por el virus. Sabemos que la nueva ola es penosa. También para quienes atienden los servicios de salud (especialmente para aquellos que están en primera fila, ¡Vaya nuestra admiración y también nuestro reconocimiento de su derecho al descanso!) y para quienes soportan una tensión añadida en los servicios municipales, en los transportes, en la limpieza, en el comercio. Porque la pandemia no para de golpear y está trastocando muchas rutinas.

No es buen momento, además, porque percibimos dejadez en fortalecer los servicios públicos, percibimos falta de previsión, de anticipación, de preparación para afrontar el presente y el futuro.

Y sentimos que se escatima, que se desmontan estructuras en favor de otras oportunidades de negocio. No queremos que lo público se debilite aún mas.

En el mes de enero nos manifestaremos pacíficamente los días 19 y 22 en los ambulatorios (en convocatorias acordadas en cada o distrito) para reclamar una mejora de la Atención Primaria cuya urgencia clama al cielo.