CIUDADANO BERGOGLIO

Recuerdo los días que sucedieron a aquel 13 de marzo de 2013 en que Jorge Mario Bergoglio pasó a ocupar el asiento de Pedro. Por fin un jesuita, un latinoamericano, un "franciscano", clamaban las voces más enternecidas….Hoy, 6 años después, el paso del tiempo ha ido frenando aquel entusiasmo y la realidad nos va dando la razón a quienes desconfiamos desde el principio. El Obama del Vaticano ha ter minado por parecerse al Obama de la Casa Blanca.
A día de hoy contamos con suficiente documentación para determinar "negro sobre blanco" la posición ideológica(absolutamente ideo lógica, no nos engañemos) de Bergoglio en temas clave como la orientación sexual, el feminismo, el aborto o la defensa de los pobres.
-Bergoglio prácticamente inaugura su pontificado con una espectacular defensa de la tolerancia en materia de orientación sexual. Sin embargo, de aquel famoso "¿Quién soy yo para juzgar a un homosexual que quiere estar más cerca de Dios?"(2013) que tantas esperanzas despertó entre su público más adepto, hemos pasado a la consideración pública de la homosexualidad "como una moda"(2018) y a la propuesta de establecimiento de concertinas probacionales que impidan el acceso al noviciado de candidatos no heterosexuales, dando por sentado, aprovechan do que el Guadiana pasa por Valladolid, que pederastia y homosexualidad van de la mano(2019).
-Tras la intervención de la experta en Derecho Canónico Linda Ghisoni durante la reciente cumbre de obispos contra los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, Bergoglio advirtió sobre los peligros de "entrar en la modalidad de un feminismo eclesiástico, porque todo feminismo termina siendo un machismo con faldas"(2019) Como señala la escritora Najat El Hachmi,"...Francisco, que estaba llamado a ser el pontífice de mentalidad abierta, tan distinto de sus predecesores, no deja de ser lo que han sido siempre él y todos los que forman parte del régimen teocrático que aún intenta recuperar la influencia perdida sobre el mundo:un machista con faldas".
-La actitud de Bergoglio frente al aborto ha sido siempre nítida. En 2012, siendo arzobispo de Buenos Aires, criticó una sentencia de la Cor te Suprema argentina que, basándose en el caso de una niña de 15 años violada por su padrastro, determinó que los abortos por violación no son punibles. El pasado año, Bergoglio rebalsó con unas declaraciones incendiarias: "No puedes, no es justo eliminar a un ser humano, porque es pequeño, para resolver un problema. Es como pagar a un sicario para resolver un problema".
-¿Y de "la Iglesia pobre y para los pobres" que preconizaba en 2013 qué ha quedado? Sólo un montón de proclamas formalmente inatacables pero vacías de contenido: humo. Bergoglio sigue siendo el jefe de uno de los estados proporcionalmente más ricos de la Tierra, con una economía aparentemente saneada y prudente que no se permite alegrías ni iniciativas drásticas en materia de Cooperación al Desarrollo, quizás para no poner nerviosos a los inversores. Tampoco su reiteradamente declarada oposición al neoliberalismo se traduce en medida concreta alguna; su crítica del Capitalismo ni siquiera es tan contundente como la del "ultra" Karol Wojtyla.
En definitiva, como señalaba Rubén Amón en un artículo publicado el pasado año en el diario "El País", "...un papa canchero, cercano, desmitificado, arrabalero, cuyas concesiones al populismo y a la heterodoxia superficial han sido tan evidentes como la feroz custodia del dogma y de la ortodoxia doctrinal".

Crescencio