Katiuskas, torpedos y polvos pika-pika
-"El patio de mi casa es particular, cuan- do llueve se moja como los demás….".
- "Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva, los pajarillos cantan, las nubes se levantan….". Estas canciones cantábamos a últimos de los años 60, jugando entre niñas en el patio de las escuelas del barrio.
Hace un mes que comenzó la primavera y a pesar de tanto agua, esta estación ha logrado abrir las ramas de los árboles que viven en nuestros parques.
En los regatos de agua, que bajaban a raudales por las calles en cuesta de nuestro barrio de IRALA, las niñas disfrutábamos muchísimo subiendo y bajando calle tras calle con nuestras botas katiuskas, unos calzados de goma negra que deben su nombre a la protagonista de una zarzuela de moda por aquellos años, que así se llamaba.
Las riadas de agua se arremolinaban y bajaban salerosas en forma de espiga y en cuanto nos descuidábamos se nos co- laba el agua y terminábamos empapadas.
En las escuelas de Camacho, cuando se terminaban las clases y se cerraban las puertas, las tardes en las que lucía el sol, los charcos del patio se llenaban de pajarillos y pajarillas tanto gorriones y palomas y algún que otro tordo, y se lo pasaban en grande picoteando miguillas.
Los domingos ponían cine en la igle- sia de TORREURIZAR . Un film que estuvo realmente gracioso y bello en aquellos años era "Lío en los grandes almacenes", protagonizado por JERRY LEWIS. Artista cómico nacido en Estados Unidos ya fallecido, pero que tantas películas nos ofreció.
Nosotras íbamos a la sesión de las tres de la tarde y saliendo del cine comprábamos 2 pesetas de torpedos y polvos picapica hasta completar el duro.
Casi todos los domingos nos llovía y al salir del cine nos tapá- bamos varias chicas con el mismo paraguas.
-¡Arrímate bien!..... Que te vas a calar.
-¡Jo!,…vete para allá, que me vas a tirar.

Los polvos de PICA-PICA es lo pri- mero que comíamos pues nos encantaba y no se podían repartir.
Los torpedos los repartíamos me- jor y a veces había discusiones.
¡Mira que ha llovido este invierno en Bilbao! Y a pesar de los años transcurridos, en Camacho siguen formándose charquitos, revoloteando pajarillos y palomas y los más pequeños y las más pequeñas mojando sus katiuskas de colores…